El presidente de CAF, Andrés Arizkorreta, quiso destacar ayer en su primera intervención como presidente de la compañía ante la junta de accionistas no solo la sólida posición de una firma arraigada en Euskadi, pero cada vez más internacionalizada, sino el futuro esperanzador que se abre ante sus ojos. «Quiero aprovechar este momento para, desde mi nueva responsabilidad, transmitirles mi confianza en que estamos ante el inicio de un nuevo ciclo de crecimiento de CAF», subrayó. La junta se desarrolló como es habitual en la sede de la compañía en Beasain.
Arizkorreta, que relevó a finales del año pasado a José María Baztarrica en la presidencia de la compañía, tuvo palabras de agradecimiento para su antecesor, que ocupa en la actualidad el cargo de Presidente de Honor, por la labor realizada al frente de la empresa.
El presidente de la firma destacó que el nuevo ciclo que inicia la compañía parte de unas bases sólidas, como son la amplia oferta de productos, servicios y soluciones, la fortaleza en la cartera de pedidos, así como la competitividad de la empresa en términos de rentabilidad y generación de caja. Puso en valor el recorrido que ha realizado la compañía hasta convertirse en un proveedor de soluciones integrales de transporte.
Pero indicó, que las claves de esa evolución, que ha llevado a emplear a 7.500 personas y a operar en más de 40 países en los cinco continente, son la tecnología y las personas. Una tecnología que están dispuestos a seguir impulsando en los próximos años, pero con unas raíces sólidas, con accionistas estables y equipos de personas «que operamos ambos, en términos de un proyecto a largo plazo».
Arizkorreta destacó la capacidad de diversificación de la compañía tanto en mercados como en productos, lo que les ha llevado sobre todo a una mayor internacionalización, hasta lograr que el 80% de las ventas provenga ya de los mercados exteriores. Un crecimiento que les ha permitido mitigar la caída del mercado español en los últimos años. Y en lo que respecta a los productos, el material rodante ha pasado de supone el 88% de la cifra de negocio en 2010 al 64% en 2015, siendo los servicios los que han ido ganando cuota.
Con esos mimbres, el presidente de la empresa ferroviaria apuntó que están bien situados para captar el crecimiento previsto del sector, «por nuestro posicionamiento en segmentos de alto crecimiento, como los sistemas integrales y la señalización, y en tipos de vehículos de alto volumen, como los urbanos y regionales». A la tradicional presencia en los mercados latinoamericanos, CAF ha añadido una creciente exposición en regiones de alto volumen y crecimiento, como son Europa occidental y la zona Nafta, que engloba a Canadá, EE UU y México.
Todo ello ha llevado a que la compañía cerrara 2015 con una cartera de pedidos histórica, que en la actualidad ronda los 5.700 millones, lo que supone 4,4 veces las ventas de dicho ejercicio. Una cifra que otorgan a la firma una «visibilidad de ingresos despejada», como subrayó Arizkorreta. Entre los contratos que se ha adjudicado la empresa beasaindarra, el presidente destacó el firmado en enero en Reino Unido con el operador Arriva UK y la entidad de leasing Eversholt Rial Group, por 740 millones; otro más reciente, también en el Reino Unido, con First Group por 310 millones, así como el rubricado en Australia para el suministro de tranvías para Camberra por 100 millones.
Tras repasar los datos de 2015 y señalar que los del inicio de este año -ya conocidos-, están en línea con las previsiones que manejaban, el máximo responsable de CAF centró su discurso en el futuro más inmediato, que está marcado -dijo- por un entorno macroeconómico «complejo y volátil», debido a las dudas sobre China, la incertidumbre sobre el Brexit, el descenso del precio del petróleo, las caídas de los precios de las materias primas, los ajustes en los países emergentes y las tensiones financieras. Unas circunstancias que hacen que el crecimiento que se espera sea más débil y vulnerable que en el pasado. En ese contexto, las perspectivas para el sector ferroviario son positivas. «Las estimaciones más compartidas sitúan el crecimiento en un ritmo del 2,7% anual hasta 2019», apuntó.
En ese entorno, Andrés Arizkorreta destacó que CAF continuará invirtiendo para promover el crecimiento de sus actividades y «aprovechar las oportunidades que tenemos como competidor de referencia en el sector».
A continuación desgranó las líneas estratégicas de la compañía, que pasan por seguir reforzando su posicionamiento en el negocio básico de diseño y fabricación de trenes; continuar con el impulso a la internacionalización, con el foco en regiones de alto volumen y crecimiento, así como el impulso a la actividad de rodajes y la de servicios, buscando alternativas de crecimiento más allá del importante negocio de mantenimiento, que atiende diariamente a más de 6.000 vehículos ferroviarios.
A ellos se añaden el avanzar en la propuesta de valor, explotar y aprovechar las posibilidades que brinda la industria 4.0 y, sobre todo, reforzar la calidad y orientación al cliente, «donde los planes de mejora de gestión de calidad, seguridad y homologación son centrales», subrayó.
Pero además del crecimiento y la mejora de la eficiencia, donde la compañía volcará también sus esfuerzos, CAF perseguirá en los próximos años el desarrollo sistemático de nuevas fuentes de ingresos, como lo fueron en su momento la señalización, la tracción o las comunicaciones, «que nos abran posibilidades de nuevos ciclos de transformación en el futuro», incidió Arizkorreta, quien destacó que «nada de ello será posible si, a su vez, no somos capaces de mejorar nuestra forma de trabajo en las dimensiones organizativas y operativas». «CAF es hoy una empresa fuerte, rentable y global. Una empresa que afronta los próximos años desde una sólida posición competitiva y con buenas perspectivas de futuro», concluyó el presidente de la compañía. «Un futuro que estará protagonizado, sin duda, por las personas».
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